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Sistema financiero para dummies

14 enero, 2011

Leo en el periódico esta mañana que el Gobierno planea inyectar dinero público (subrayo lo de “público”) a las cajas de ahorros para fortalecerlas y permitir así su conversión en bancos lo antes posible.

Las cajas de ahorros se han convertido, debido a su mala gestión, en un riesgo para la economía española. Las comunidades autónomas tienen un poder casi ilimitado a la hora de elegir quién las dirige, y cuando la gestión es nefasta, como han demostrado las cuentas de resultados en plena crisis, entre todos tenemos que rellenar con dinero público (subrayo de nuevo lo de “público”) los agujeros.

La conversión de las cajas en bancos fortalecerá la economía, tal vez. Hay muchos bancos que también han necesitado de inyecciones de dinero del Estado (¿hace falta que vuelva a subrayar?), de modo que a priori la conversión no da suficientes garantías.

La idea es que el sistema de instituciones bancarias español sea más comprensible para los inversores extranjeros, que no entienden qué es eso de una caja de ahorros.

Las cajas están obligadas a destinar un mínimo del 50 % de sus beneficios anuales a reservas que garanticen su solvencia y futuro económico. El dinero que no destinan a reservas deben dirigirlo a obras sociales. Además, tributan por el impuesto sobre sociedades a un tipo del 10%, muy inferior al 30% que pagan los bancos.

Así que la idea es clara. El Estado necesita ingresar mucho más dinero en impuestos, y los bancos pagan más. ¿De dónde saldrá ese dinero? Claramente, de la obligación de las cajas de invertir en fines sociales.

La privatización de las cajas evitará problemas como las colas frente a los comedores sociales. Incívicas donde las haya, según algunos. El pobre que quiera comer, solo podrá acudir a la pandereta, o la Iglesia.

El problema es que la definición de fines sociales es un tanto difusa, e incluye los espectáculos deportivos. Por ejemplo, Caja Castilla-La Mancha, cuyo ex presidente Juan Pedro Hernández Moltó declaró el pasado martes en la Audiencia Nacional como imputado por irregularidades durante su gestión, patrocina la mayoría de los eventos deportivos de su comunidad.

La conversión de las cajas en bancos fortalecerá, o no, el sistema financiero español. Pero lo que seguro que se producirá es una pérdida del dinero que destinaban a fines sociales.

A finales de 2010, la prensa destacaba un descenso del 14% en la inversión en fines sociales por parte de las cajas de ahorros. Dado que necesitaban todo el capital disponible para garantizar su supervivencia, mantener el gasto social parecía accesorio.

Que nadie se engañe: la conversión en bancos supone de hecho una transferencia de capital público a manos privadas. La reforma de la Ley de cajas de ahorros, que se aprobó el pasado verano en el Congreso de los Diputados, tenía como objetivo reducir las ingerencias políticas en el funcionamiento de estas instituciones.

La transformación en bancos es un paso más hacia la transferencia de riqueza pública a manos de capitalistas privados, y una decisión que sirve para aumentar la brecha entre quienes más tienen, y el resto de la sociedad.

En España el número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza relativa, definida como quienes viven con menos del 60% del salario medio, ha ascendido a casi el 21%. Muy por encima del 14,3% de Estados Unidos, que para muchos sigue siendo el arquetipo de país despiadado lleno de gente pobre.

En España, están bajo ese umbral quienes viven con poco menos de 15.000€ al año. ¿A alguien le parece que no se vive tan mal con ese dinero? Bueno, ese índice sirve para medir la distancia entre ricos y pobres en una sociedad. En España, curiosamente, esa distancia es mayor que en EE.UU. Lo que significa que la distribución de la riqueza es peor aquí.

Y no mejorará, con políticas como las que sigue aplicando el Gobierno, que parece haberse creído lo de las virtudes de la privatización y la gestión privada de lo público.

 

3 comentarios leave one →
  1. Omega Bíphidus Inactivo permalink
    18 enero, 2011 19:44

    Pues les van a joder el chiringuito al cuñao o al primo del presidente de comunidad autónoma de turno… si es que la «Crisis» no respeta na; menos mal que con nuestro dinero vamos a salvar tan honorables entidades, y los vagabundos podrán seguir recibiendo alimentos caducados gracias a las donaciones de las Cajas…
    Hay que ver la inyección de dinero público (que sale de debajo de las piedras cuando se trata de salvar bancos) como una obra de caridad que revertirá a la sociedad gracias a sus pías obras sociales…

    • 18 enero, 2011 20:21

      Se supone que el Estado ingresa menos impuestos de las cajas porque no tienen el mismo ánimo de lucro que los bancos. Claro que si entran en el mismo juego de especulación brutal y sin control, los bancos tienen más reservas.
      Al final pondremos dinero todos para privatizar las cajas, ya que nadie va a pagar por ellas si tiene que pagar también la deuda. Las administraciones dejarán bien saneadas las entidades, para que luego se las queden inversores privados.

  2. 23 enero, 2011 12:41

    Me ha gustado mucho el artículo, Ismael. En las crisis, como no hay beneficios, es el estado el que tiene que responder… Las injerencias políticas se han cargado las Cajas de Ahorro. Uno de los muchos fallos de este sistema que nos lleva a ser más pobres, a parte de a ningún sitio…

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